Durante el juego del sábado entre Leones de Yucatán y Diablos Rojos del México en el Estadio Alfredo Harp Helú, nos tocó escuchar una conversación de aficionados, notoriamente de muchos años de ver béisbol, criticando y hasta burlándose de los uniformes de los dos equipos en el terreno de juego.
Entre otras cosas decían frases como: “si los fundadores de los Diablos Rojos vieran que ahora son azulitos, se vuelven a morir” o “no se supone que los Leones son rudos y depredadores y ahora son rositas”.
Evidentemente el que los equipos usen colores distintos a los de su identidad, es un asunto de mercadotecnia, vender más jerseys y atraer a un público de una generación que evidentemente siente atracción por este tipo de colores.
A nosotros no nos encanta esta costumbre, pero aceptamos que es algo que tiene que ver con los nuevos tiempos. ¿Tú, qué opinas al respecto?