Cuantos aficionados asisten al parque de pelota con un guante con la ilusión de atrapar una bola de foul o de homerun. Aun sin guante este ha sido el sueño de muchos, especialmente aficionados jóvenes, pero la gran mayoría no lo han conseguido.
El pasado viernes 23 de agosto, un aficionado llegó con su guante al Oakland Coliseum, con la esperanza de atrapar un batazo de foul en el juego de ese día de los Athletics contra los Milwaukee Brewers. Su asiento estaba en el piso superior sobre el infield.
Lo que ni siquiera un guionista de cine habría imaginados, sucedió en la primera entrada, cuando todavía había mucha gente entrando al estadio, es decir, en momentos en que cientos de aficionados aun no llegaban a su asiento. Antes de caer el tercer out de la parte baja del inning inicial, este asistente ya había atrapado ¡tres pelotas!
Era la parte alta de la primera entrada, el primer bat del equipo visitante Jackson Chourio conectó un batazo de foul que fue atrapado por el afortunado fanático. Luego, cuando tocó el turno a los locales, se llevó un foul del segundo bat de Oakland, Brent Rooker, y posteriormente realizó una gran atrapada a un batazo atrasado del cuarto en el orden, Miguel Andujar.
Tres bolas de foul, todas atrapadas limpiamente. Eso tiene que ser un récord.