Imposible no acordarse del homerun de Kirk Gibson de 1988 después de ver el cuadrangular de Freddie Freeman que dejó tendidos en el terreno a los Yankees en el primer juego del Clásico de Otoño, porque las similitudes son demasiadas.
Ambos homeruns dejaron tendidos a los rivales en el terreno del Dodger Stadium, ambos conectados por un bateador zurdo que estuvo lesionado en los playoffs, ambos con dos outs en la pizarra y ambos en el Juego 1 de la Serie Mundial.
El homerun de Kirk Gibson en el Juego 1 de la Serie Mundial de 1988, en el Dodger Stadium de Los Ángeles se lo conectó al lanzador de los Atléticos de Oakland, Dennis Eckersley y los Dodgers ganaron 5-4.
Los Dodgers ganaron la serie a los Atléticos, cuatro juegos a uno, asegurando su sexto título de Serie Mundial.
El homerun de Gibson fue votado como el “mejor momento en la historia del deporte de Los Ángeles” en una encuesta de 1995.