En las redes sociales todos los días hay una especie de pelea entre aficionados venezolanos y aficionados dominicanos, afirmando que los beisbolistas de sus respectivos países son mejores.
Es muy divertido leer algunos de los comentarios unos muy creativos, y con su dosis de sarcasmo y otros que nos recuerdan las peleas de los niños en la escuela.
Lo que es una realidad es que tienen mucho de que presumir y como mexicano, acepto que siento envidia por la cantidad de peloteros de talento que producen en estos países. Es increíble la cantidad de jugadores de ambas nacionalidades que hay, casi en todos los equipos de Grandes Ligas.
Evidentemente muchas veces no hay objetividad, y por ejemplo para algunos Juan Soto es casi un dios, mientras que para los otros es un estafador que no vale ni la mitad de lo que está pidiendo.
Es parte del beisbol y es una de esas cosas que le dan sabor y diversión al Rey de los Deportes.