Veinte mil espectadores asistieron la noche del martes al Estadio de los Tomateros en Culiacán con la esperanza de presenciar una victoria del equipo local que emparejara la serie y forzara a un séptimo y definitivo juego. Algunos mostraban pancartas con el texto “Queremos paz en Sinaloa”, “Con los niños no”, como parte de los reclamos sociales al problema de la violencia que se padece hace más de cinco meses. También se volvieron a escuchar los gritos de “Fuera Rocha… Fuera Rocha”.
Los Tomateros ganaban el juego 6-5 al abrirse la octava entrada, pero sus relevistas nos fueron capaces de mantener la ventaja. En ese octavo inning les empataron con una carrera anotada por Jack Mayfield impulsado a home con un sencillo de Donovan Casey, quien por cierto fue la estrella de la noche con 5 imparables.
El juego se fue a extrainnings, ambos equipos tuvieron oportunidades de anotar, pero el empate se mantuvo hasta la parte alta de la entrada 13. En este capítulo, nuevamente Casey fue la pieza clave al iniciar la tanda con un imparable y posteriormente anotar la carrera de la diferencia desde tercera cuando Hamilton simplemente puso la pelota en juego. Ahí Culiacán quedó herido de muerte, ya no hubo respuestas, y todavía entraron dos carreras más en un elevado de sacrificio al jardín derecho. En el cierre del inning, César Mendoza como emergente conectó un sencillo, pero no hubo más, y así se consumó la victoria de los Charros de Jalisco que se llevan el campeonato de la LMP y el derecho de representar a México en la Serie del Caribe.
A pesar de que los relevistas de Tomateros estuvieron erráticos a lo largo de la serie, el mánager Vizcarra insistió con ellos y no se la quiso jugar con alguno de sus abridores de jerarquía para sacar los outs en el momento clave. Cuestión de opiniones.
La gente de Culiacán sufre así una decepción más, en medio de los tiempos más difíciles de la historia para la población de esta ciudad.
