El otrora receptor de los Dodgers y los Mets, y miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, Mike Piazza vive en Parma, Italia y ha hecho múltiples contribuciones notables para ayudar a apoyar las ambiciones beisbolísticas del país, representando a esa selección tanto en el campo como en el dugout durante los Clásicos Mundiales de Beisbol anteriores. Pero el hombre de 55 años sigue ansioso por hacer crecer el juego en una tierra donde el futbol es el rey, y sabe que una tarea tan ardua requiere mucho más que hacer apariciones en torneos internacionales una o dos veces por década.
Es por eso que Piazza, que ahora reside permanentemente en Parma, ha cambiado su mirada hacia la fundación del béisbol en Italia, enfocándose menos en los profesionales y más en lo que se puede hacer para mejorar la forma en que son educados antes de llegar tan lejos. Aspira no sólo a remodelar el desarrollo de los jóvenes italianos, sino también a hacerlo de una manera que genere una admiración tan innegable por el beisbol que esos mismos jugadores eventualmente tomen el testigo de Piazza cuando él esté listo para pasarlo.
Su lealtad a las raíces italianas por parte de su padre está bien documentada y representa una de las principales razones por las que pasó los años posteriores a su triunfante carrera en la MLB buscando múltiples formas de contribuir a las apariciones de Italia en el Clásico Mundial de Beisbol. Piazza jugó para el equipo de Italia en el Clásico inaugural de 2006 antes de servir como coach de bateo del equipo durante los torneos de 2009 y 2013 antes de tomar el mando como mánager el año pasado.
El 12 veces All-Star aprovechó esa oportunidad para invitar a algunos de los jugadores de las Grandes Ligas de su equipo de Italia al país de origen de sus antepasados para ayudarlos a reconectarse con sus raíces y entrenar con jugadores nacidos en Italia. Piazza quería que no sólo se empaparan de la cultura, sino que también vieran de primera mano la pasión que el país tiene por el beisbol. A los ojos de Piazza, desarrollar el este deporte en Italia se reduce a lograr que las generaciones más jóvenes estén activas lo antes posible.
“Es un desafío”, dijo Piazza. “Pero esto es una cuestión de pasión. Con suerte, quiero dejar algo antes de pasar la página de este capítulo de mi vida”.