El lunes 10 de julio de 2023 en la CDMX se presentó la Baseball Champions League como el primer torneo de clubes campeones de ligas de beisbol de verano a nivel mundial organizado por la Confederación Mundial de Beisbol y Softball (WBSC).
La primera edición se jugó en Mérida, Yucatán, del 28 de septiembre al 1 de octubre del año pasado con los campeones de la Liga Mexicana, la American Association de Estados Unidos, la Liga Colombiana y la Liga Cubana, aunque cabe subrayar que esos equipos campeones tenían más de un año de haber conseguido sus respectivos títulos.
Casi nadie en México conocía (y casi todos siguen sin conocer) la existencia de esas ligas. En realidad, no tienen gran importancia en el mundo del beisbol, la American Association de Estados Unidos, por ejemplo, ni siquiera está afiliada al sistema de ligas menores. Esta situación se reflejó en el torneo del 2023 con muy poca respuesta del público yucateco, que es conocedor y entendió que deportivamente no se jugaba nada atractivo.
A pesar de que no les fue muy bien que digamos, pocos días después de finalizado el evento, se anunció por conducto del representante de la WBSC, que por las mismas fechas se jugaría en Puebla la edición 2024 del evento y que se planearía con más equipos, inclusive se mencionó que se contaría con representantes de ligas de Oriente.
Pero pasaron los meses y no se habló para nada del evento en Puebla, ni siquiera para cancelarlo de manera oficial. Los aficionados de Puebla que sí querían ver a su equipo en un torneo internacional como les habían prometido, se quedaron en total incertidumbre hasta que apenas hace unos días les confirmaron que no hay torneo.
Ahora que los Diablos Rojos ganaron el título de la LMB, se volvió a mencionar la Baseball Champions League, pero ahora para jugarse en abril de 2025 en la Ciudad de México, aunque no hay ningún equipo confirmado más que los Diablos Rojos.
Quizá esta vez vengan equipos invitados de Oriente, porque se sabe qué hace unos meses directivos de la LMB estuvieron en Corea y Japón. Evidentemente, el evento, más que una “Liga” (como dice su nombre), se vislumbra como una serie de exhibición y es normal que se quiera aprovechar que el público de la capital en estos momentos garantiza buenas entradas al estadio sin importar quien juegue, así es que todo indica que el torneo, deportivamente hablando, será simplemente un conjunto de juegos de práctica de pretemporada, disputando una copa sin ningún valor real, aunque económicamente tiene mejores perspectivas por la tremenda inclinación o gusto que hoy tiene el público de la CDMX por asistir al Estadio Alfredo Harp Helú.