Anthony Rizzo ha resultado la mayor decepción de la Serie Mundial de 2024 para los Yankees de Nueva York.
Mucho podrán criticar a Aaron Judge por su error en el center field en el quinto juego y por su baja de juego en general, desde que iniciaron los playoffs, y muchos más podrán enfocar sus críticas en contra del mánager Aaron Boone, sobre todo por el manejo de su pitcheo en el Juego 1.
Todo es válido y la variedad de opiniones enriquece la discusión, sin embargo, lo del primera base Anthony Rizzo debe catalogarse como lo más lamentable del Clásico de Otoño para los Yankees.
Se suponía que, a sus 35 años de edad y sus 14 temporadas de experiencia en Grandes Ligas, Rizzo se erigiría como un líder, pero por el contrario fue el peor jugador del equipo en rendimiento y en actitud.
Rizzo fue campeón con los Cubs en 2016, en una Serie Mundial en la que bateó para .360 con 5 producidas y 4 extrabases, pero ahora solamente conectó 2 hits en 16 turnos para un pobre .125., con un total de 7 ponches.
Pero peor aún fue su apatía en esa fatídica quinta entrada del quinto juego, al esperar un roletazo de Mookie Betts en lugar de atacarlo, para atrapar el batazo y pisar primera base. En lugar de eso se quedó atrás esperando que llegue la pelota con una actitud que reflejó una tremenda inseguridad, permitiendo que Betts llegará a la base. Es correcto decir que el pitcher Gerrit Cole debió cubrir la base, pero la responsabilidad de Rizzo es mayor, por lo anteriormente explicado.
De haberse consumado ese out no se hubieran registrado carreras en esa entrada y muy probablemente los Yankees habrían ganado el juego para mantenerse vivos.
