Benjamín “Cananea” Reyes es considerado el mejor mánager mexicano de todos los tiempos. Y no solo son las estadísticas y los múltiples títulos, sino también su liderazgo, su picardía, y en general un estilo propio, que lo hizo único.
Durante la recta final de la temporada 1991 de la LMB fue diagnosticado con un tumor cerebral, así que tuvo que ser auxiliado por Ramón “Diablo” Montoya en la dirección de los Diablos Rojos.
En esa temporada los Diablos perdieron la Serie Final ante los Sultanes de Monterrey en la segunda quincena de agosto. Tres y medio meses después se celebraron en la ciudad de Miami los Winter Meetings de MLB y MILB, a la que pertenecía la Liga Mexicana.
Recuerdo que estábamos en la cafetería del hotel Fountainblue en Miami Beach donde se celebraba la convención, en el desayuno, cuando Roberto Mansur, entonces presidente de los Diablos Rojos, recibió una llamada que lo puso pálido.
Después de terminar la conversación telefónica nos dijo a todos los que estabamos en las mesas de la comitiva de la LIga Mexicana, que acababa de ser informado del fallecimiento del “Cananea”. A pesar de su padecimiento, nadie esperaba la noticia y realmente fue un shock tremendo.
Quienes trabajábamos en la LMB en ese entonces, inmediatamente nos pusimos a trabajar en el manejo de la información a la prensa y a la directiva de los demás equipos y prácticamente el tema de su partida opacó el resto de los trabajos.
Hoy 10 de diciembre de 2024, cuando se cumplen 33 días de ese triste día, recordamos al “Cananea” con un enorme cariño, respeto y la admiración que siempre tuvimos para él. (CARLOS KREIMERMAN).