Como si fuera, siguiendo un guion cinematográfico, se desarrolló el quinto juego de la Serie Final de la Liga Mexicana del Pacífico, que fue ganado con un “walk off” en la novena entrada 3-2 por los Charros de Jalisco.
En parte baja de la primera entrada de la, el mánager de los Charros de Jalisco, Benjamín Gil, fue expulsado tras reclamar airadamente un ponche a su hijo Mateo, el tercer bat del equipo en una acción en la que el jugador, cruzó el bat, y se ponchó.
La frustración producida de que se estuviera extinguiendo un posible “rally” para su equipo sumado a que el ponchado fuera su propio hijo, encendió los ánimos del dirigente, quien quizá reaccionó así porque desde la noche anterior, ya estaba “caliente” y había manifestado una fuerte inconformidad con el cuerpo de umpires.
Probablemente esta situación motivó a Mateo, porque defendiendo el honor de la familia, terminaría siendo el héroe del partido, interviniendo con hits sencillos en las dos entradas en las que Jalisco anotó sus carreras. En la tercera entrada dio de hit con dos outs, y anotó la primera carrera del juego con otro imparable de Jack Mayfield que en la misma acción mandó a Julián Ornelas a la registradora para el 2-0.
Y luego, en la novena entrada, con la pizarra 2-2, dos outs y corredor en la intermedia, conectó otro imparable con el cual terminó el juego con la victoria de los Charros.
