Los Tomateros fueron los máximos ganadores de la primera vuelta de la Temporada de la Liga Mexicana del Pacífico bajo la dirección de Oscar Robles, pero un mal arranque en la segunda vuelta ha sido suficiente para que la directiva de Culiacán decida reemplazarlo. El equipo guinda cuenta con un negativo récord de 5 triunfos y 10 derrotas que los tiene en el último lugar del standing, además de una racha de 5 derrotas consecutivas. Estos números han encendido las alarmas en la diligencia del club, es por ello, según lo que informó el equipo en un comunicado, que se ha tomado la decisión de destituir a Robles.
Pero el asunto de los mánagers en la LMP realmente se está saliendo de control. Al nombrar los Tomateros como nuevo mánager a Roberto Vizcarra, a solo 21 días de haber sido cesado por las Águilas de Mexicali, se da por segunda ocasión en la temporada un extraño fenómeno en el cual un mánager despedido por un equipo, consigue chamba con uno de los rivales apenas semanas después de haber salido del su club original.
El otro caso es el de Luis Carlos Rivera que fue despedido a finales de octubre de los Venados de Mazatlán y en menos de tres semanas encontró nuevo trabajo en Mexicali, curiosamente reemplazando a Vizcarra.
El 2 de diciembre, 7 días antes de su despido, Oscar Robles aprovechando el lunes de descanso viajó a Tijuana donde fue presentado como nuevo mánager de los Toros en la LMB. A su regreso perdió 5 de 6 y fue cesado.
¿Será que no gustó en Culiacán el haber viajado a Tijuana pensando que eso lo distrajo de su responsabilidad con los Tomateros?