
Durante el juego del sábado entre los Tigres y los Diablos Rojos en el Estadio Alfredo Harp Helú, que ganaron los escarlatas por paliza de 17-1, nos tocó escuchar una conversación de aficionados, notoriamente de muchos años de ver beisbol, criticando y hasta burlándose de los uniformes de los dos equipos en el terreno de juego. En redes sociales hubo comentarios similares.
Entre otras cosas decían frases como: “si los fundadores de los Diablos Rojos vieran que ahora son rositas, se vuelven a morir” o “no se supone que los Tigres son rudos y aguerridos y ahora son azulitos”.
Un comentario en redes sociales decía textualmente: “La Guerra Civil se convirtió en Guerrita de colores pastel”.
Evidentemente el que los equipos usen colores o tonos distintos a los de su identidad, es un asunto de mercadotecnia, vender más jerseys y atraer a un público de una generación que siente atracción por este tipo de colores.
Es algo que tiene que ver con los nuevos tiempos. ¿Tú, qué opinas al respecto?